El Laco, el volcán más extraño de la Tierra
Su lava es como un imán, está ubicado en Chile, cerca de la frontera con Argentina, y su origen sigue siendo controversial.
Medioambiente en Chile 22/08/2023 Cecilia PérezEl complejo volcánico El Laco está ubicado en la Región de Antofagasta en Chile, al sur de la cadena volcánica Cordón de Puntas Negras. Se origina desde la Zona Volcánica Central de los Andes. La cumbre principal del volcán es un domo de lava llamada Pico Laco, le siguen: Laco Sur, Laco Norte y Rodados Negros. La carretera internacional (Ruta 23-CH y Ruta Nacional 51) -a través del paso de Sico que conecta Calama con Salta- pasa cerca de El Laco. Varios sitios turísticos se encuentran en el desierto de Atacama adyacente a El Laco. Es un grupo de siete estratovolcanes y una caldera. Tiene una data de dos millones de años. Pico Laco, según varios informes, mide 5.325 m o 5.472 m de altura. Este complejo se ha visto afectado por la glaciación y algunos estudios revelan que aún tiene actividad fumarólica, o sea, emite mezcla de gases y vapores. Su origen se remonta al final del Mioceno o principios del Plioceno, extendiéndose su actividad hasta el Pleistoceno. Una de sus características es lo bien conservado que se encuentra, debido al tipo de clima árido del Altiplano chileno y donde la erosión es muy baja. El depósito se presenta casi de la misma manera que en su origen.
El volcán es conocido por sus coladas de lava -manto de lava fluida, emitido por un volcán durante sus erupciones- que contienen magnetita de origen inexplicable.
A fines de los años 50 fue Charles Park, profesor de yacimientos minerales de la Universidad de Stanford, quien describió unas coladas volcánicas formadas por magnetita en un lugar lejano de los Andes.
El Laco es un volcán “nuevo” formado hace solo unos dos o tres millones de años, lo cual significa que se pueden estudiar en sus laderas unas rocas que están casi íntegras. El hallazgo de este volcán fue un acontecimiento muy importante para la geología. Era la prueba que faltaba para apoyar la teoría planteada por el geólogo sueco Geiger en 1910, quien afirmaba que las rocas antiguas que se explotaban en la mina de Kiruna, en Laponia, estaban formadas por la cristalización de un magma desconocido.
La magnetita es una fuente importante de hierro y un mineral que raramente se encuentra en cantidades tan elevadas como en Kiruna o El Laco, por lo que la formación de estas rocas ha suscitado un gran debate científico. Y, a lo largo de más de 60 años, no se ha alcanzado un consenso unánime sobre su origen.
A simple vista, las señales de las coladas de El Laco no presentan nada inusual en comparación con otros volcanes, y se observan los descensos de la lava alrededor de la ladera, siguiendo los cauces de un camino caprichoso y con un color oscuro. Pero las rocas que lo rodean no son tan normales: están formadas por magnetitas. ¿Cómo se sabe esto? Escuchando. Al golpearlas con algo de metal, como un martillo, se oye el sonido metálico. Pero el misterio es qué hace tanto hierro ahí…
Se han planteado diversas hipótesis. Una de ellas propuso que la magnetita pudo formarse por agua de los salares, que -calentados por la actividad magmática- extrajo el hierro de las rocas volcánicas para depositarlo en la superficie. Otra teoría propone que el hierro pudo ser transportado por agua caliente que provenía de las profundidades del volcán. Sin embargo, todo apunta a que la magnetita es solo un tipo de lava muy inusual.
Entre el desierto de sal de Atacama y la región de la Quebrada de Humahuaca se encuentra El Laco, un volcán de 2 a 3 millones de años cuyo magma contiene un mineral magnético, la magnetita.
Y ¿cuál es el problema? Que hasta ahora nadie ha visto esta sustancia en la Tierra, pero hay investigadores que creen que es frecuente en otros planetas, como en Marte.
Según un artículo publicado en The Conversation, esta nueva teoría de una lava diferente al resto abre nuevas interrogantes para la comunidad geológica. La primera es cómo se funde la lava. Suponiendo que realmente El Laco tuvo coladas volcánicas de magnetita, que necesita unos 1590 °C para fundirse, cómo lo logró si en su superficie no exceden los 1300 °C.
Por otro lado, los expertos en altos hornos saben que añadir elementos como fósforo o flúor al hierro puede reducir drásticamente la temperatura de fusión, aproximándose a los 700 °C, una temperatura más común en volcanes. Ésta puede ser una explicación posible, sin embargo, surge la pregunta: ¿De dónde provienen estos componentes relativamente poco habituales?
El origen de esta lava continúa siendo un enigma para la ciencia y el hecho de que haya tan pocos lugares del mundo con esta característica hace que el misterio sea mayor.
El Laco, sin duda, es uno de los volcanes más singulares y cautivadores del mundo, y su estudio es un reto atrayente para los científicos que buscan descubrir sus secretos geológicos en nuestro planeta.
Los depósitos de óxido de hierro de El Laco se encontraron en 1958. La minería en Laco Sur removió alrededor de dos millones de toneladas de magnetita entre los años 1970 y 1990. Se estima que el yacimiento contiene 733,9 millones de toneladas de mineral, compuesto en un 50% de hierro.